Qué son las metodologías ágiles y cómo pueden ayudar a tus equipos de trabajo
Las metodologías ágiles son estrategias integrales, estrategias de marketing, gestión de servicios y más, que impulsan a las organizaciones a gestionar sus proyectos con rapidez y flexibilidad. Estas metodologías ayudan en el desarrollo de proyectos que necesitan mayor enfoque para adecuarse a las necesidades del cliente.
Es decir, una metodología ágil es una innovadora forma de trabajar y organizar flujos, que divide los proyectos en partes, permite adaptarse sobre la marcha, complementa y resuelve etapas en poco tiempo.
Con las metodologías ágiles, no se planifica ni se diseña el proyecto por adelantado, es decir, a medida que ellas se van desarrollando se va definiendo el proyecto. Siendo así, los involucrados trabajan por períodos específicos, mientras que cada miembro del equipo debe ejecutar una serie de tareas. Al final de la ejecución de las tareas, cada miembro o equipo entrega los avances, recibe devoluciones y comienza otra vez el proceso, lo que permite que los cambios necesarios sean implementados durante el mismo proceso y no al final del proyecto.
Si tu PYME ya ha dado el primer paso hacia la transformación digital, este es un buen momento para implementar las metodologías ágiles. Con ellas se puede incrementar la calidad de tus productos o servicios, reduciendo costos y tiempo.
SCRUM
Scrum es un proceso en el que se aplican de manera regular un conjunto de buenas prácticas para trabajar de forma colaborativa, en equipo, y obtener el mejor resultado posible de un proyecto. Estas prácticas se apoyan unas a otras y su selección tiene origen en un estudio de la manera de trabajar de equipos altamente productivos.
En Scrum se realizan entregas parciales y regulares del producto final, priorizadas por el beneficio que aportan al receptor del proyecto. Por ello, Scrum está especialmente indicado para proyectos en entornos donde se necesita obtener resultados pronto, donde los requisitos son cambiantes o poco definidos, donde la innovación, la competitividad, la flexibilidad y la productividad son fundamentales.
En Scrum un proyecto se ejecuta en ciclos temporales cortos y de duración fija (iteraciones que normalmente son de 2 semanas, aunque en algunos equipos son de 3 y hasta 4 semanas, límite máximo de feedback de producto real y reflexión). Cada iteración tiene que proporcionar un resultado completo, un incremento de producto final que sea susceptible de ser entregado con el mínimo esfuerzo al cliente cuando lo solicite.
Perfiles y roles
Dentro de SCRUM podemos encontrarnos con tres roles o perfiles principales:
Scrum Team. Lo componen los miembros de los equipos de trabajo que colaboran para poder ser más eficientes a la hora de abordar y concluir las distintas tareas y procesos.
Product Owner. Este perfil está íntimamente ligado al cliente, actuando como su voz dentro del proyecto. Es el encargado de garantizar que el proyecto siga los objetivos marcados en todo momento.
Scrum Master. La principal función de este rol es la de ayudar al scrum team para conseguir cumplir con las previsiones establecidas a la hora de abordar el proyecto. Se encarga de facilitar todo lo necesario para superar problemas y obstáculos, y de garantizar el flujo de información entre todos los participantes en un sprint.
Fases SCRUM
La metodología SCRUM se divide en cinco fases:
Sprint planning. La planificación del sprint es la primera fase de SCRUM donde se describe qué tareas se asignan a cada miembro del grupo de trabajo, así como el tiempo que necesitan para concluirse.
Scrum team meeting. Suelen ser reuniones diarias y cortas que realizan los equipos de trabajo para evaluar el trabajo realizado, el que se va a abordar en el día y qué problemas se han presentado o se intuye que se van a presentar.
Backlog refinement. Es un repaso de las tareas y su evolución por parte del Product Owner con el fin de evaluar el tiempo y esfuerzo empleado en cada tarea y para resolver cualquier inconveniente encontrado en el camino.
Sprint Review. Son reuniones donde participa también el cliente, y que tienen como objetivo mostrar los resultados obtenidos. La presencia del cliente es fundamental para conseguir un feedback real y de calidad y para crear una relación más cercana y productiva.
Retrospective. Es una reunión final tras concluir el proyecto donde se revisa todo lo que ha ocurrido durante el sprint (qué se hizo bien y qué se hizo mal, y cuáles fueron las principales dificultades a las que hubo que enfrentarse). El objetivo es adquirir conocimientos para mejorar en futuros proyectos.